En nuestro día a día en la escuela, enfrentamos diferentes desafíos y conflictos. Sin embargo, es fundamental recordar que cada uno de nosotros tiene un papel importante en la construcción de un entorno positivo y acogedor. Cada palabra amable, cada gesto de apoyo, contribuye a fortalecer los lazos que nos unen como comunidad.
Recordemos que la diversidad es unos de nuestros mayores tesoros. Celebrar nuestras diferencias y aprender unos de otros nos enriquece como individuos y como sociedad. Hagamos de nuestra escuela un lugar donde todos y todas se sientan valorados y aceptados, independientemente de su origen, cultura y creencias, así como de sus formas de pensar, actuar, sentir y amar.
Gabriela Mistral, poetisa y pedagoga chilena, nos invita a reflexionar con la siguiente frase:
“Si no realizamos la igualdad y la cultura dentro de la escuela, ¿dónde podrán exigirse estas cosas?”
Nuestro colegio es un espacio diverso y multicultural, en donde todos y todas somos iguales en derechos, pero únicos por sí solos. Apliquemos los principios de igualdad y cultura en nuestro día a día, ayudando a quien lo necesite, acompañando a quien se sienta solo y aceptemos que dentro de nuestras diferencias está el potencial para crecer como escuela y sociedad.
En este día, renovemos nuestro compromiso de trabajar juntos y juntas para construir una comunidad más justa, inclusiva y solidaria.
Registro fotográfico by Sofi Sandoval